Ruta realizada el 25 de marzo de 2019.
Es una zona en la que nunca había reparado para hacer una ruta interesante, pero realmente lo fue.
Nada más entrar en San Rafael bajando el Puerto de los Leones, aparcamos en la primera calle que hay a mano izquierda, un poco destartalada, pero suficiente para dejar el coche sin problemas.
Ahí directamente nace nuestra ruta.
Y a los 50 metros de pista asfaltada se ve a mano izquierda un camino que nace cruzando un puentecillo de madera.
Por ahí nos desviamos.
Avanzamos entre pinos sin ninguna pérdida hacia es primer hito, el Mirador de la Peña del águila.
Hemos ganado un poco de altura y tenemos buenas vistas, aunque ni mucho menos como desde más arriba, ya que desde aquí sólo tenemos vistas hacia la zona de San Rafael y el Espinar, el resto son montañas más altas de donde nos encontramos.
Dejamos el mirador y cruzamos una puerta para seguir por un camino perfectamente transitable (había hasta un coche a esas alturas) ganando altura entre pinos.
Dejamos a mano izquierda una pequeña fuente natural en la ladera del monte y no mucho más adelante llegamos a un cruce de caminos en un claro, seguramente alguno de ellos venga de la zona de Peguerinos, y podemos ver los montes que sirven de abrigo a la Cruz de los caídos, aunque no podemos ver esta. Estamos en el Collado del Hornillo.
En este punto me doy cuenta de que no hace ni pizca de calor y además hace aire, y decido abrigarme, aunque quizás un poco tarde porque ahora mismo sigo resfriado.
Nos toca comenzar un ascenso mucho más acusado a la derecha de donde veníamos.
Con un terreno un poco más pedregoso y con un mulo ahí perdido en una zona con aparente poco alimento para un animal como él seguimos ganando altura y buenas vistas, ya podemos empezar a distinguir todas las montañas que separan el Valle de Amblés del Valle del Tiétar, además de Peguerinos y su embalse y Santa María de la Alameda.
Seguimos subiendo, sin ninguna dificultad, la senda es apta para cualquier tipo de persona, aunque el desnivel acumulado desgasta un poco, sobre todo si se va deprisa como nosotros, hasta que nos volvemos a cruzar con otra pista en su día asfaltada pero actualmente muy deteriorada, que vuelve a juntarse en un claro.
Desde ahí ya estamos cerca de la cima y seguimos ascendiendo por un camino que sale a la izquierda hasta que al poco tiempo desembocamos en una pequeña explanada ascendente donde ya podemos contemplar el refugio y el vértice geodésico del Pico del Águila.
Hacía tiempo que no llegaba a un vértice geodésico y siempre es reconfortante.
Desde ahí las vistas son magníficas hacia cualquier punto cardinal, siendo lo más reseñable quizás ver como estamos bastante por encima del Puerto de Los Leones, y como se ve desde allí, provincia de Segovia y con una fila de montaña de por medio, Cercedilla y alrededores, en la provincia de Madrid.
Se ve toda la zona de la Bola del Mundo, la Mujer muerta, el valle por el que avanza la AP6, Gredos, Peguerinos ... muchas cosas al alcance.
Estábamos en el punto más alto de la jornada, a unos 1900 metros, 400 por encima del Puerto de los Leones y unos 700 más arriba de donde partimos.
El refugio tenía servilletas, cubiertos, cerillas, chimenea, parrillas, todo un detalle, aunque no hicimos uso de ello. Nos buscamos un sitio un poco resguardado ya que soplaba el viento y recuperamos fuerzas.
Poco después de nosotros llegaron 6 personas, que es casi todo lo que nos encontramos en la ruta.
Tocaba iniciar el descenso, y como la ruta era circular y llevábamos indicaciones, pues no lo haríamos por donde habíamos subido.
Para encontrar la ruta de descenso hay que situarse enfrente al refugio por donde llegamos. A nuestra izquierda queda un bloque de piedras, y a la izquierda del mismo sale la vereda de descenso.
Aquí tuvimos la peor fase de la ruta, ya que queríamos ver la cueva que hay pero no supimos hallarla, nos salimos del camino en busca de la misma y no la encontramos y tuvimos que volver campo a través hasta el camino de nuevo.
En esta zona acumula un buen desnivel y mucha piedra, lo cual genera que haya que prestar atención.
Después de un ratillo y ya un poco desconcertados con respecto a las notas que llevábamos, alcanzamos otro cruce de caminos en una explanada.
En el mismo hay un cartel que indica el Collado de la Gargantilla.
Sale un camino a la izquierda que evidentemente no deberíamos coger, otro de frente y otro a la derecha según llegamos. Hay que girar a la derecha para bajar paralelos a lo que supuestamente supongo será el arroyo de la gargantilla ... cuando tenga agua,
pero como no la tenía el descenso era muy fácil ya que no había que esquivar nada.
Nos quedaban como alicientes en la ruta varias fuentes.
Al cabo de unos minutos y cuando ya dudábamos si íbamos bien y si encontraríamos las fuentes, vemos una indicación a mano derecha que dice fuente a 100 metros.
Realmente pueden ser unos 300, pero la fuente está.
Después encontramos a mano izquierda un cartel de fuente a 20 metros y ahí la tenemos, fantástica, en medio de la naturaleza, totalmente natural. Siempre son necesarias y atractivas estas fuentes en una ruta, y además pese a la sequía tenía agua sin problemas.
Volvemos al camino y seguimos bajando, fijándonos por si acaso en las piedras con pintura roja que cada poco tiempo marcan la ruta. Atravesamos una puerta y continuamos a la sombra de los múltiples y altos pinos hasta llegar al puente final, con la carretera que une la parte alta de San Rafael con el Espinar, sin tráfico prácticamente.
Nos quedaban dos fuentes por ver aunque al llegar al asfalto dudábamos mucho de ello.
El tramo de asfalto no era corto que digamos, casi unos 3 kilómetros.
A nuestra derecha la ladera de la montaña por la que habíamos estado, con alguna puerta y caminos alternativos al nuestro para subir.
Ya, pasados unos dos kilómetros nos encontramos con las fuentes, una al lado de la otra.
Muy interesantes, con bancos para comer o merendar tranquilamente en un entorno inmejorable.
Cubiertas ya las 4 fuentes de la ruta (creo que hay más porque me suena una ruta de las 11 fuentes o algo así)
Pues ya sin ningún aliciente más que algunos interesantes chalets que empezaban a aparecer en esa zona tranquila y alejada de San Rafael, recorrimos lo poco que nos quedaba hasta alcanzar el punto de partida y el final de la ruta.
Esta es la fuente que utilicé para seguir la ruta, pero en algunos momentos su descripción resulta complicada y si no tiene la aplicación Wikiloc te hace dudar.
Fuente Wikiloc