Dentro de las rutas existentes en el Parque, ésta es la conocida como ruta del Chorro, Chorrera Chica y Rocigalgo.
Esta ruta no requiere de muchas explicaciones, ya que la senda, en algunos puntos casi milagrosamente, está perfectamente marcada durante todo el recorrido.
Es una de las rutas más bonitas que he realizado y merece muchísimo la pena.
Es una de las rutas más bonitas que he realizado y merece muchísimo la pena.
Para acceder al punto de inicio, desde la localidad de Los Navalucillos, seguimos las indicaciones hacia el Parque Nacional de Cabañeros y pasado un bonito mirador sobre el río Pusa, 1 kilómetro después sale una pista de tierra a mano izquierda.
Allí no empieza la ruta, y aunque el camino no es el mejor para cualquier coche (no sé por qué no lo adecentan un poco), hay que realizar esos 5 kilómetros en coche, tras lo cual llegaremos a unos pequeños aparcamientos y al comienzo de la ruta.
La ruta es circular, y hay dos opciones, hacerla subiendo por la Calanchera o por la zona de los chorros.
Es dura en cualquier sentido, se ascienden más de 800 metros en vertical, y son más de 21 kilómetros, andando sobre piedras que desgastan en bastantes tramos.
Es dura en cualquier sentido, se ascienden más de 800 metros en vertical, y son más de 21 kilómetros, andando sobre piedras que desgastan en bastantes tramos.
Yo, personalmente recomiendo subir por la Calanchera y bajar por los chorros, ya que me parece mejor cuando se tienen más energías ir por la zona más dura y desprotegida de sombras y a la vuelta disfrutar de las sombras y los atractivos de los dos chorros y la cornisa con su cadena.
La subida es constante, desgasta, pero no como en aquellos ascensos en los que encuentras desniveles muy fuertes, además de que la pista es perfecta, parece una calzada en muchas ocasiones.
A mano izquierda va quedando el valle que forma el río Pusa y el pueblo de Los Navalucillos a lo lejos.
Con algún banco de vez en cuando para descansar y reponer algo de fuerzas, son 11 kilómetros duros al fin y al cabo, unas 3h 40m como marca la ruta (siempre se puede tardar un poco menos o un poco más en función de nuestro estado físico).
A mano izquierda va quedando el valle que forma el río Pusa y el pueblo de Los Navalucillos a lo lejos.
Con algún banco de vez en cuando para descansar y reponer algo de fuerzas, son 11 kilómetros duros al fin y al cabo, unas 3h 40m como marca la ruta (siempre se puede tardar un poco menos o un poco más en función de nuestro estado físico).
Se llega a un primer punto a casi 1400 metros de altitud desde donde se ve lo que nos queda y el punto culminante de la provincia de Toledo, el Rocigalgo a 1449 de altitud.
Hacemos un pequeño descenso llegando a un collado con un banco ideal para descansar o comer, pero sin ninguna sombra, y tampoco es lo más recomendable llenar el buche cuando todavía queda zona de ascenso.
Así que seguimos la senda y llegamos a más de 1400 metros a un primer pico, desde el que se ve ya el destino final, tras un pequeño descenso entre vegetación y otro pequeño tramo de fuerte ascenso.
Llegamos por fin al Rocigalgo con su vértice geodésico y su mirador.
Llegamos por fin al Rocigalgo con su vértice geodésico y su mirador.
Pero tampoco es la mejor zona para comer, así que comenzamos el tramo de descenso por la zona de los chorros, y al kilómetro o así llegamos a otro pequeño collado, con un gran árbol y un poco de pradera,
junto a dos postes de seguimiento de la ruta, que nos resultó ideal para comer.
junto a dos postes de seguimiento de la ruta, que nos resultó ideal para comer.
Desde aquí empieza el descenso por el valle de los chorros. Primero entre tupida vegetación y piedras. Poco a poco se va incorporando algo de agua desde los laterales y se formando el cauce del arroyo y abriéndose la vegetación.
Pronto llegamos a la Chorrera Chica, para lo cual hay que avanzar y luego retroceder un poco al lado del arroyo, hasta llegar a este bonito salto de agua en dos partes y de bastante altura.
Seguimos avanzando por la ruta que se va abriendo paso a través del cañón, de momento sin dificultades y bien marcada, hasta que llegamos a una cornisa con una cadena habilitada, que prácticamente no es necesaria utilizar salvo en un pequeño punto al final de la misma en ese sentido.
Tras pasar esta zona, siempre elevados sobre el arroyo, que va haciendo algún pequeño salto de agua, seguimos por un tramo que nos indica que puede haber peligro y que no nos salgamos de la senda.
Realmente no se nota un desnivel exagerado en ningún punto, aunque los cuadríceps van pasando factura, por lo menos a mi, que sufro casi más en las bajadas que en las subidas.
Supongo que del cansancio y de no ir muy atentos nos comimos el Chorro de los Navalucillos. Al llegar a un puentecillo en el que la ruta gira a la derecha, había un peqeño rellano antes de cruzarlo dónde había 4 chicos descansando, y o no vimos el poste o no lo había, el caso es que ahí es donde se accede a este segundo chorro. Y claro cuando 20 minutos después llegamos al final del tramo de descenso y vimos el cartel señalizador para los que lo hacen en el otro sentido nos percatamos de ello.
Realmente no se nota un desnivel exagerado en ningún punto, aunque los cuadríceps van pasando factura, por lo menos a mi, que sufro casi más en las bajadas que en las subidas.
Supongo que del cansancio y de no ir muy atentos nos comimos el Chorro de los Navalucillos. Al llegar a un puentecillo en el que la ruta gira a la derecha, había un peqeño rellano antes de cruzarlo dónde había 4 chicos descansando, y o no vimos el poste o no lo había, el caso es que ahí es donde se accede a este segundo chorro. Y claro cuando 20 minutos después llegamos al final del tramo de descenso y vimos el cartel señalizador para los que lo hacen en el otro sentido nos percatamos de ello.
Marcaba 20 minutos desde ahí, pero estábamos cansados, eran mínimo 20 de ida y 20 de vuelta, llevábamos casi 6 horas, se estaba haciendo tarde (había que volver a Madrid) y además tampoco
el caudal de agua invitaba a que el Chorro estuviera espectacular, así que ahí se quedó para otra visita.
Porque desde aquí todavía quedan mínimo otros 3-4 kilómetros, más o menos llanos, pero con pequeños sube y bajas que se hacen también duros.
el caudal de agua invitaba a que el Chorro estuviera espectacular, así que ahí se quedó para otra visita.
Porque desde aquí todavía quedan mínimo otros 3-4 kilómetros, más o menos llanos, pero con pequeños sube y bajas que se hacen también duros.
Finalmente llegamos al punto de partida con unas 6 horas y media con paradas.
Una de las mejores rutas que he hecho y además totalmente circular y sin ninguna pérdida.
No estaba muy bien calibrado el Garmin ese día, porque el Rocigalgo oficialmente son 1449 msm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario