lunes, 14 de noviembre de 2022

Ruta Muñochas - Muñogalindo (09-12-2021)

 


No todas las rutas pueden tener una cascada super chula, o discurrir por parajes verdes o de mezcla de colores bonitos, o algún puente espectacular o subir a una montaña conocida.

Siempre hay que hacer otro tipo de rutas para cambiar.

Y ésta es una ruta corta y más o menos sencilla, improvisada por alguien que me pareció interesante.

El mayor aliciente de la misma son las pinturas que Agustín Ibarrola realizó sobre unas piedras en un finca en el término municipal de Muñogalindo.
Como ya había estado en el Bosque de Oma, donde realizó unas pinturas parecidas, pero sobre árboles, tenía curiosidad por ver que había hecho aquí.

Aparcando en el pueblo de Muñochas, en el Valle de Amblés, no hay ningún camino que seguir, básicamente si alguien la quiere hacer mirar el mapa, porque hay que ir básicamente campo a través.

La primera parte, donde se acumula el desnivel positivo, transcurre principalmente por alguna tierra de cultivo y monte bajo, siendo el principal aliciente de esta parte las diferentes piedras curiosas y grandes que nos vamos encontrando y a la que se le pueden sacar diferentes parecidos, principalmente con animales.

















Siguiendo el mapa vamos en dirección hacia la finca donde están las pintaras ... que es de pago.
Me pareció sorprendente y un poco ridículo, porque es un sitio poco conocido y aislado, aunque se pueda llegar en coche.
Como llegamos a eso de las 14.30 y cerraban a las 15.00, la chica que está en la entrada, que era encantadora todo hay que decirlo, nos dejó entrar gratis. La pobre tenía pinta de haber estado sola toda la mañana.

Así que hicimos un recorrido rápido por las diferentes pinturas y dándole las gracias abandonamos la finca.










Tocaba camino de vuelta, también campo a través, buscando un camino de tierra que se ve más abajo y el cual nos conducirá directamente hasta donde habíamos dejado el coche.
Igual que la primera parte tenía el atractivo de las diferentes piedras que nos íbamos encontrando, esta segunda cuenta con el bonito atractivo de las numerosas e imponentes encinas que nos flanquean sobre todo al lado izquierdo del camino, pudiendo incluso meterse en el interior del tronco de una de ellas.









Y he aquí que finalizado el recorrido y comido nuestro bocadillo tuvimos un muy desagradable incidente.
Se presentó directamente a por nosotros una patrulla de la guardia civil y nos hizo documentarnos y abrir el maletero, a lo que no sé si estoy seguro que debiéramos haber accedido, entiendo que porque alguno de los escasos habitantes del pueblo llamó al ver el coche allí varias horas.
Simplemente por salir a hacer una ruta por el campo, increíble a lo que se dedican ...

Así que si alguien va, espero que no le pase lo mismo.


Para completar la ruta que no había sido muy extensa, nos acercamos al próximo pueblo de Guareña, a contemplar una chorrera que me sorprendió y agradó, a pesar de que en esos momentos tenía poca agua, pero que en época de lluvias tiene que ser un lugar interesante para merendar, por ejemplo.








Los datos de la ruta











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